EL CAMINO DE SANTIAGO

Este texto fue creado en papel, de manera muy artesanal, en el año 1999, para quienes iban a viajar conmigo a Galicia, haciendo parte del Camino. Hoy - con otros medios y más tiempo - llegamos desde 43 a más de 600 páginas y disfruté mucho escribiendo sobre el recorrido y los panoramas y edificios encontrados, la historia, etc. Mi deseo es que quien lea estas páginas - sobre todo si tiene en sus venas sangre gallega - pueda disfrutar también.

miércoles, 23 de marzo de 2011


La Compostela

Desde que la peregrinación a la Tumba de Santiago, surgida espontáneamente a lo largo de los siglos IX y X, se institucionalizó adquiriendo determinadas consideraciones sociales y religiosas, fue necesario acreditar haberla cumplido. Para ello, primero, se utilizaron las insignias que se adquirían únicamente en Santiago consistentes en la venera o concha de vieira.
Es fácil deducir la facilidad de falsificar esta rudimentaria certificación. Falsificación que se dio efectivamente, obligando a los prelados de Compostela y al mismísimo Papa a decretar penas de excomunión contra los falsificadores. Más eficaz, por ser más difíciles de falsificar, fueron las llamadas cartas probatorias, que ya se expedían en el siglo XIII. Estas cartas son el origen directo de La Compostela. En el siglo XVI los Reyes Católicos constituyeron la Fundación del Hospital Real y para él hicieron construir el edificio que hoy ocupa el Hostal de los Reyes Católicos, convertido el año 1954 en hotel de gran lujo. Los peregrinos al presentar La Compostela, adquirían el derecho a ser hospedados gratuitamente durante tres días. Las necesidades sanitarias de los peregrinos convirtieron a la institución, tras las necesarias ampliaciones, en el hospital mas importante de Galicia y, más tarde, en sede de la famosa escuela médica compostelana.
La aparición de los vehículos a motor y, ya en nuestro siglo, la popularización del turismo, significó una cierta crisis para la peregrinación. El esfuerzo y sacrificio en expiación de los pecados que hasta este momento significó la peregrinación, dejaban el paso a una actividad placentera y agradable en que emplear las vacaciones. Las autoridades civiles en otros santuarios comenzaron a expedir certificados de estas visitas imitando a La Compostela. (Tal es el caso de Tierra Santa, donde expide un certificado el Ministerio de Turismo israelí.). Gracias a Dios el Cabildo de la Iglesia Metropolitana de Santiago siguió expidiendo el certificado y reclamando, aunque con escaso éxito, el cumplimiento del deber fundacional por parte del hoy Hostal de los Reyes Católicos. No obstante, la Catedral actualmente limitó la "Compostela" a aquellos que acuden a la Tumba del Apóstol por motivo religioso y a pie, en bicicleta o a caballo. Para ello se exige haber recorrido como mínimo los últimos 100 kilómetros a pie o a caballo o también los últimos 200 en bicicleta, quedan excluidas, por tanto, otras formas de desplazamiento para acceder a la Compostela, excepto cuando se trate de discapacitados que pueden venir en silla de ruedas sin motor.
La traducción al idioma español del texto dice así: El Cabildo de esta Santa Apostólica y Metropolitana Iglesia Catedral Compostelana custodio del sello del Altar de Santiago Apóstol, a todos los Fieles y peregrinos que llegan desde cualquier parte del Orbe de la Tierra con actitud de devoción o por causa de voto o promesa peregrinen hasta la Tumba del Apóstol, Nuestro Patrón y Protector de las Españas, acredita ante todos los que observen este documento que: D. …………… ha visitado devotamente este sacratísimo Templo con sentido cristiano (pietatis causa).
En fe de lo cual le entrego el presente documento refrendado con el sello de esta misma Santa Iglesia.
 Dado en Santiago de Compostela el día.........mes...............año del Señor..........
           El Canónigo Diputado para los Peregrinos

La Credencial

La revitalización del Camino, ocurrida en los últimos años, ha propiciado la creación de un modelo oficial de credencial para el peregrino.
Impresa en cartulina, consta de 14 páginas que se abren en forma de acordeón. La primera y la última son las que tienes a la izquierda de la pantalla. La segunda, que aparece en la otra figura que se muestra debajo, consiste en un impreso destinado a servir de carta de presentación a cumplimentar por una parroquia, asociación cristiana, abadía, cofradía, etc. Al pié está el espacio en el que, cumplida la peregrinación, la Oficina de Acogida del Peregrino de Santiago, pondrá la fecha y el sello, al tiempo que otorga la Compostela.
La tercera página, y las cinco siguientes, van destinadas a colocar los sellos con la certificación de paso en albergues, parroquias, cofradías, etc. El reverso muestra una serie de mapas de los Caminos de Santiago. Por último, una de las páginas va dedicada a instrucciones aclaratorias que dice así:

 

Consideraciones necesarias

Esta credencial es sólo para los peregrinos a pie, bicicleta o a caballo, que desean hacer la peregrinación con sentido cristiano, aunque sólo sea en actitud de búsqueda. La credencial tiene el objetivo de identificar al peregrino; por eso la institución que le presenta deberá ser una parroquia, cofradía, etc. La credencial no genera derechos al peregrino.
Tiene dos finalidades prácticas:
            - El acceso a los albergues que ofrece la hospitalidad cristiana del camino, y
para solicitar La "Compostela" en la catedral de Santiago, que es la certificación de haber cumplido la peregrinación. La "Compostela" se concede solo a quien hace la peregrinación con sentido cristiano: devotionis affectu, voti vel pietatis causa (motivada por la devoción, el voto o la piedad) Y además se concede sólo a quien hace la peregrinación hasta la llegar a la Tumba del Apóstol, al menos los 100 últimos kilómetros a pie y a caballo o 200 en bicicleta.
  La credencial del peregrino, por tanto, sólo puede expedirla la Iglesia a través de sus instituciones (obispado, Parroquia, Cofradía, etc. o, en todo caso, a través de instituciones que estén autorizadas por la Iglesia). Sólo así podrá concederse la "Compostela" en la S. A. M. I. Catedral de Santiago (Jornadas sobre el Año Santo: noviembre 1993).
Los refugios carecen de subvenciones y deberían mantenerse, dentro de su austeridad, con la colaboración de los peregrinos (limpieza, cuidado de las instalaciones, facilitar el descanso, ayuda económica...).
A los grupos organizados con coche de apoyo o en bicicleta, se ruega que busquen cobijo alternativo distinto de los refugios de peregrinos.
El portador de la presente credencial, acepta estas condiciones.
Termina esta página con la siguiente bendición, procedente del Codex Calixtinus, escrito en el siglo XII:
Bendición
"En nombre de Nuestro Señor Jesucristo, recibe este morral hábito de tu peregrinación para que castigado y enmendado te apresures en llegar a los pies de Santiago, a donde ansías llegar, y para que después de haber hecho el viaje vuelvas al lado nuestro con gozo, con la ayuda de Dios, que vive y reina por todos los siglos Amén.
Recibe este báculo que sea como sustento de la marcha y del trabajo, para el camino de tu peregrinación, para que puedas vencer las catervas del enemigo y llegar seguro a los pies de Santiago y después de hecho el viaje, volver junto a nos con alegría, con la anuencia del mismo Dios, que vive y reina por los siglos de los siglos Amén"

AVISO

A partir del año 2009 solo se admitirá para la obtención de la Compostela a quienes traigan este modelo oficial. Razones: Que los peregrinos lleven la información correcta en la Credencial.Evitar la dispersión y la comercialización de las credenciales. Hacer posible la orientación cristiana en el origen de la Peregrinación.

Para ganar el jubileo (entre los cristianos, indulgencia plenaria, solemne y universal, concedida por el Papa en ciertos tiempos y en algunas ocasiones), no es necesario hacer el camino. Es suficiente visitar la Catedral y allí rezar una oración, confesar y comulgar, entre 15 días antes y después de la visita.

Actualmente, muchas personas realizan la peregrinación en bicicleta (cuando yo viajé por segunda vez, en San Pablo subió un señor con su hijo adolescente; llevaban sus bicicletas para hacer el camino) Los que van a pie son en general jóvenes, que – por supuesto – han cambiado la indumentaria. Sin embargo, hace poco la Televisión Española mostró a un señor de 74 años, francés, que recorría el Camino a pie, acompañado de su mula.

Mi grupo del Patronato da Cultura Galega, en el año 1999, entró en Compostela en autobús. Seguramente nuestra motivación era tan emotiva como la original, debido a nuestras raíces gallegas, aunque las circunstancias sean absolutamente diferentes, no solo por los medios utilizados para desplazarnos, sino también – afortunadamente – por la ausencia de los peligros que enfrentaba el peregrino medieval: animales salvajes, inclemencias del tiempo, salteadores.

ITINERARIO.-
Además del Camino Francés, consolidado como Camino de Santiago, existen cuatro rutas en España:
1.- Costa Cantábrica, Irú, Hernani, Zumalla, Guernica, Bilbao, Castro Urdiales, Laredo, Torrelarga, La Barquera, Ribadesella, Oviedo, La Espina, Luarca, Lugo (que se solía visitar como desvío del Camino Francés), Santiago.
2.- Vía de la Plata – Mérida, Plasencia, Baños de Montemayor, Salamanca, Zamora, Verín, Orense, Santiago.
3.- Astorga, y luego el Camino Francés.
4.- Tuy, Vigo, Pontevedra, Padrón, Santiago.

EL CAMINO FRANCÉS.-
 Se une de cuatro caminos que existen en Francia: Tolosano, que parte de la ciudad de Arlés en el sur de Francia, Podense, que parte de Le Puy, Lemoricense que parte de la ciudad de Vezelay y Turonense, que sale de París (ver mapa)


 
Mapa con la localización de los elementos incluidos en el bien cultural "Los Caminos de Santiago en Francia", declarado Patrimonio de la Humanidad (en alemán).

Con la denominación Caminos de Santiago de Compostela en Francia se engloban toda una serie de monumentos relacionados con el Camino de Santiago a su paso por Francia que se forman parte del Patrimonio de la Humanidad desde que fueran así declarados por la Unesco en 1998.
En Francia existen 4 caminos o rutas principales de peregrinación a Santiago de Compostela: Ví Turonensis, o Camino de Tours; Via Podiensis o Camino de Puy; Via Lemovicensis o Camino de Limoges.
Estos tres caminos confluyen en un paraje denominado Gibraltar, que está situado cerca de la localidad vasco-francesa de Ostabat.
De ahí estas tres rutas siguen unidad hasta San Juan de Pie de Puerto, última etapa del Camino de Santiago en Francia y último pueblo antes de cruzar los Pirineos y entrar en España.

Esta localidad vasco-francesa suele considerarse como el punto de partido del Camino Francés, ya formando parte del Camino de Santiago en España.- Vía Tolosana o Vía Arletanensis, Camino de Arlés o de Toulouse: parte de Arlés en el Mediterráneo francés y tras atravesar Toulouse, atraviesa los Pirineos por Somport, donde engarza con el Camino Aragonés.
Además de estas 4 vías principales existen otras muchas menores. Entre ellas destacan: El Camino de Soulac o del Litoral Aquitano: recorre la Costa de la Plata y entra en España por Irún engarzando con el Camino de Santiago de la Costa.
El Camino del Piemonte Pirenaico: va del Mediterráneo paralela a los Pirineos y en parte a la Via Tolosana. Puede atravesar los Pirineos por diferentes puntos, entre ellos Gavarnie.
El Camino de Auvernia o Vía Auverniensis. Se trata de una variante de la Via Lemovicensis que se desvía en Nevers con dirección a Clermont. Los peregrinos después de más de 600 km se unirán a la Via Podiensis en La Romieu.

En la ciudad de Ostabat (en Francia), confluyen tres de los cuatro caminos franceses. Esta ciudad disponía de diversos hospitales y alojamientos. Los peajes constituían la principal fuente de ingresos para los señores de la región. La catedral de Santiago gozaba del privilegio de cobrar los diezmos del peaje, y para ello, tenía destacado a un canónigo (sacerdote) en Gascuña, Francia.

LO QUE OCURRIÓ EN MI PRIMER VIAJE EN EL PUEBLO DE LE PUY, FRANCIA (EN MEDIO DE LOS PIRINEOS)

Íbamos con Federico y su esposa, del Patronato, pero no demasiado conocidos (gran error mío) en un coche que habíamos comprado en Santiago (en ese año 1991, costó 1.000 dólares); coincidió que el vendedor era un uruguayo.
Alternaban conduciendo ellos dos; yo hacía de copiloto, con el mapa.
En ese pueblecito, al que llegamos de noche, poco vestidos por el calor y con el mate y el termo, encontramos una pensión que regenteaba una vieja de mal carácter. Lo primero que hizo fue hablar del mate, que era “hierba” y etc. Yo traté de explicar su origen, pero no sé si me di a entender.
Luego, llamó a la puerta de la habitación que compartíamos los tres, para decirnos que bajáramos la voz (nos reíamos de las pavadas que siempre surgen en esos viajes, y comíamos lo que llevábamos en la bolsa) También rezongó porque hacíamos migas en el piso.
A Federico se le ocurrió pedir vino (en el super lo habíamos pagado 6 francos, pero no le gustaba el comprado allí; a pesar de que yo le advertí que le cobrarían mucho más subido a la habitación, no me hizo caso) y como tampoco le gustó ese, pidió otro. La dueña nos dijo – cuando trajo el segundo – que a la mañana servía el desayuno (que podía ser chocolate)
Dormimos muy bien, con unos acolchados de pluma (aunque el baño estaba en 3 partes: el bidet en la habitación, la ducha privada y el wáter en el pasillo)
A la mañana, la señora de Federico, Chichita, no desayunó y nos esperaba en el coche; él fue a pagar y  yo me senté a tomar el chocolate. Cuando vio la cuenta, empezó a gritar en español, cada vez más fuerte y golpeando la botella sobre el mostrador: cada una nos costaba ¡60 francos, diez veces más!
Conclusión: quedé “bañada en vino”, tanto en el bucito blanco como en un gorrito del mismo color que llevaba puesto, oliendo a borracho todo el resto del día;  la mujer amenazó con llamar a la policía, y de hecho, tomó el teléfono, mientras decía: - ¡Calme-le, je vais appeler la Police!
No recuerdo si llegué a tomarme el chocolate (creo que guardé el bizcocho en la bolsa), pues oía a este hombre gritar como loco en la puerta de la pensión que nadie viniera, que la mujer era una ladrona, etc., etc….
Yo logré calmarla con mi francés básico y sobre todo, palmeándole la espalda; salimos “rajando”, tanto que olvidamos pedir la bolsita refrigerada que teníamos en el freezer de la señora, y no regresamos a buscarla, por supuesto.
No recuerdo si ahí recién empecé a darme cuenta de quién era este hombre y qué educación tenía; había viajado varias veces a Europa, con el dinero que el gobierno uruguayo había acordado a los bancarios después de aquella huelga famosa del 69, pero “lo que Natura non da, Salamanca non presta…”, seguía siendo un bruto y después lo demostró en varias otras formas; la última, me llamó cuando ellos regresaron a Montevideo, para decirme que el auto estaba tan deshecho que no lo habían podido vender y lo habían abandonado en algún lugar…
Cosas que ocurren cuando uno viaja sin experiencia y con poca plata.

Hay dos entradas a España por los Pirineos: Roncesvalles y Somport. Los que venían de Ostabat (camino Navarro) entraban por Roncesvalles, y los que venían de Arlés, en el sureste de Francia, entraban por Somport. Estos dos caminos se unían en Puente la Reina (cerca de Pamplona), donde se levantó la iglesia de Santa Cristina. Esta era una zona muy dura, en la que muchos peregrinos morían enla nieve o devorados por lobos.

RONCESVALLES, HOY.-




El corazón del Camino de Santiago


Este año celebramos Año Santo, o lo que es lo mismo, el Xacobeo 2010, que tiene lugar cada vez que el 25 de julio, Día de Santiago Apóstol, cae en domingo. Muchos serán los peregrinos que acudan a Santiago, recorriendo cualquiera de las rutas que, durante siglos, han unido buena parte de Europa y España con la capital gallega. Muchos llegarán también en cualquiera de los vuelos que hay hasta Santiago.
Pero, para aquellos que vayan a hacer el camino a pie, una de las principales paradas de una de las rutas del Camino de Santiago es la ciudad de Roncesvalles, un enclave situado en medio de montañas densamente arboladas y hectáreas de trigo. Realmente Roncesvalles es un pequeño pueblo en el corazón de los Pirineos de Navarra, un lugar cargado de historia.

Historias que van desde el famoso héroe Roland, el soldado favorito de Carlomagno, quien murió en el ejército francés en la Batalla de Roncesvalles, luchando contra los vascos en el año 778. Dicen que el resto de las tropas descansa en la Iglesia del Espíritu Santo, del siglo XII, conocida como el Silo de Carlomagno, junto a un montón de restos de peregrinos que murieron haciendo el Camino de Santiago.
Si queremos detenernos un momento en Roncesvalles, visitaremos la famosa Colegiata de Roncesvalles, que alberga la iglesia colegial de estilo francés del siglo XIII, un claustro contiguo, y el museo. Detrás del claustro descansa en su tumba el rey Sancho el Fuerte, iluminado por las vidrieras de la Capilla de San Agustín, un lugar lleno de misterio y misticismo.
En Roncesvalles es posible alojarnos en el Albergue de Peregrinos, el primer edificio que hay a la izquierda del Silo. También tenemos el Albergue la Posada, aunque hay muchos más alojamientos, y más baratos, en las inmediaciones de Burguete, a tres kilómetros de distancia.
Para llegar a Roncesvalles, Autobuses Artieda, que van a Roncesvalles desde Pamplona, pasando por Burguete. Salen cada hora desde Pamplona. También hay taxis en Burguete. Cualquier cosa con tal de acudir a este lugar histórico en el corazón del Camino de Santiago.

RONCESVALLES, ayer…

La batalla de Roncesvalles tuvo lugar el 15 de agosto de 778, posiblemente en Valcarlos, en las proximidades del desfiladero de Roncesvalles del Pirineo de Navarra, en la que la retaguardia del ejército de Carlomagno mandada por Roldán fue diezmada en una emboscada efectuada por vascones, como tesis más probable. La misma ocurrió en el contexto de los intentos de realizar en la zona una Marca Hispánica carolingia, que en el territorio pamplonés se logró únicamente durante 10 años, del 806 al 816.

Ubicación

La ubicación exacta del lugar de la batalla se desconoce, ya que los cronistas carolingios no mencionan con un topónimo el puerto por donde pasaron las tropas ni el desfiladero donde aconteció la emboscada. La historiografía del siglo IX y tradicionalmente la población la situó en Luçayde (actual Luzaide/Valcarlos, denominación en euskera y la castellana procedente de Vallis-Karoli en relación a la mención explícita del valle de Carlos). Es a raíz de la Canción de Roldán, en el siglo XII (hacia 1150), cuando se localiza más al sur, en Rozaballes o Renzeval (Roncesvalles). En estudios recientes se dan distintas posibilidades. Así Rita Lejeune lo situó en el paso del Perthus, en los Pirineos orientales gerundenses actuales. El historiador Antonio Ubieto concluyó que fue en el puerto del Palo en el valle de Ansó del actual Pirineo oscense, cuando utilizaban la calzada romana de Zaragoza al Bearne. José María Jimeno Jurío en sus conclusiones, posteriores a los anteriores, se decanta por la hondonada de Valcarlos.

Prolegómenos y batalla

El interés de Carlomagno en los asuntos hispánicos le movió a apoyar una rebelión en el Vilayato de la Marca Superior de al-Ándalus, de Sulaymán al-Arabi, valí de Barcelona, que pretendía alzarse a emir de Córdoba con el apoyo de los francos, a cambio de entregar al emperador franco la plaza de Saraqusta.
Entre mayo y junio de 778 Carlomagno, rey de los francos, se había adentrado en tierras hispanas, acudiendo a la llamada del gobernador de Zaragoza, Sulaymán al-Arabi, quien se había rebelado contra Abderramán I un año antes, para apoyarle en su sublevación a cambio de la plaza de Zaragoza. En su avance, Carlomagno llegó a Pamplona que capituló. La conjura fue un desastre, pues Sulaymán se negó a su llegada a entregar Zaragoza y Carlomagno puso asedio a la ciudad. Dado que llegó la noticia de la sublevación de los sajones, los francos levantaron el cerco e iniciaron la retirada llevando consigo como rehén al propio Sulaymán al-Arabi. Sulayman, que marchaba junto a sus tropas a unirse a las fuerzas rebeldes al emir y al ejército de Carlomagno, fue capturado por este frente a Saraqusta.
 Al llegar de nuevo a Pamplona, arrasa las murallas como se describe en los Anales regios y el Poeta Sajón, y además destruye totalmente la ciudad para abandonarla y retornar al Pirineo por el mismo camino que en la venida.
Al paso por el desfiladero de Valcarlos (transformación etimológica de Vallis-Karoli), la retaguardia del ejército franco, unos 20.000 soldados acaudillados por Roldán, sobrino de Carlomagno, y por el resto de los Doce Pares de Francia, fue desbaratada el 15 de agosto de 778 por unas huestes formadas probablemente por contingentes de tribus vasconas. Sulaymán fue liberado en esta batalla. Los primeros textos relatan que el ataque se efectuó sobre la cola de la retaguardia, como punto más débil, y que utilizaron la estrechez del camino (angustiae viae), lo angosto de los parajes (angustus locus) y los tupidos bosques (opacitas silvarum). Se lanzaron dardos y piedras y cayeron rodando pesadas rocas por las laderas que sorprendieron al ejército creando pánico que les hizo precipitarse por el barranco sin tiempo para reaccionar (Anales Regios hasta 829).[  Murieron en gran número de caballeros francos entre los que destacaban Oliveros y Roldán. En los textos iniciales no se dice nada de la agonía y muerte de Roldán no encontrándose su cadáver.

miércoles, 23 de febrero de 2011

CUARTA ENTREGA




Calixto II, de nombre de bautismo Guido de Borgoña (Borgoña, ha. 1050 – † Roma, 13 de diciembre de 1124), fue el Papa número 162 de la Iglesia católica de 1119 a 1124.
Hijo del conde Guillermo I de Borgoña, en 1088 fue nombrado arzobispo de Vienne (Isère) convirtiéndose en un gran defensor de la reforma de la Iglesia, comenzada por Gregorio VII.
En 1119, a la muerte del papa Gelasio II, fue elegido como nuevo papa en Cluny ya que en Roma se encontraba el antipapa Gregorio VIII. Inmediatamente intentó un acercamiento al emperador Enrique V para lo cual le envió una embajada que concertó un encuentro en la ciudad de Reims con el objeto de solucionar el problema de las investiduras (que se producía por la facultad que tenía el emperador para realizar los nombramientos eclesiásticos y los consiguientes roces que esto producía ante el Papa).


                       El antipapa Gregorio VIII se somete a Calixto II. 

El hecho de que Enrique se presentara al encuentro al frente de su ejército hizo que el papa convocara, el 30 de octubre de 1119, un concilio en Reims donde excomulgó al emperador y a su antipapa Gregorio.
Con el apoyo normando logra, en 1120, regresar a Roma obligando al antipapa Gregorio a huir a Sutri donde tras ser hecho prisionero es recluido, hasta su muerte en 1121, en el monasterio de Cava.
Instalado definitivamente en Roma dedica nuevamente sus energías a la solución de la querella de las investiduras que desde hacía cincuenta años enfrentaba al Papado con el Imperio.

Para ello propone a Enrique V la celebración en Worms de una dieta en la que participaran obispos y príncipes y que, el 23 de septiembre de 1122, concluye con la firma del Concordato de Worms por el que el emperador renunciaba al derecho de investidura que pasaba a ser reconocido como exclusivo de la Iglesia, y el Papa reconocía al emperador su derecho a asistir a dichas investiduras u a otorgar a los investidos el cetro que reconocía su cargo.
El 18 de marzo de 1123 convocó el Primer Concilio de Letrán, considerado por la Iglesia Católica como el primero de los ecuménicos celebrados en Occidente, y en el que se confirmaron y sancionaron los acuerdos logrados en el Concordato de Worms además de decretarse veintidós cánones contra la simonía, el nicolaísmo, y la intromisión de los laicos en asuntos eclesiásticos; promoviéndose además la Segunda Cruzada.
Tío del futuro emperador leonés Alfonso VII, Calixto II concedió a Santiago de Compostela el 27 de febrero de 1120 la dignidad de Metropolitana de Mérida, por medio de la bula Omnipotentis dispositione. También fue el papa que instauró el Año Santo Jacobeo, que habría de celebrarse cada año en el que el 25 de julio, día de Santiago, coincidiese en domingo. Todos aquellos peregrinos que visitaran la tumba del Apóstol en el transcurso de un Año Jacobeo ganarían el Jubileo (Indulgencia plenaria).
Esta institución impulsó en gran manera las peregrinaciones a Santiago durante toda la Edad Media. Ese mismo día se publicó la mencionada Bula, por la que a partir de entonces todos los obispos de Compostela ostentan la dignidad de arzobispos.


Alejandro III (Rolando Bandinelli) (Siena, ? - Civita Castellana, 1181). Elegido Papa en 1159, escoge el nombre de Alejandro III. En las Profecías de San Malaquías se lo nombra como "Ex ansere custode". Tras concluir sus estudios de Derecho Canónico en la Universidad de Bolonia, se dedicó a la enseñanza de esta materia primero en Bolonia y después en Pisa. Escribió la "Stroma" o "Summa Magistri Rolandi", uno de los primeros comentarios sobre el Decreto de Graciano.
En octubre de 1150, el Papa Eugenio III le nombra cardenal-diácono de San Cosme y Damián; después es nombrado cardenal-legado de San Marcos. Probablemente es en este período cuando escribe sus "Sentencias", basadas en la "Introductio ad theologiam" de Pedro Abelardo. En 1153 es nombrado canciller de la Iglesia, erigiéndose como dirigente de los cardenales que se oponían al Emperador Federico Barbarroja, elegido en 1152, y que pretendía extender su imperio por toda Italia. Así comenzaba la pugna por el dominium mundi.

El 7 de septiembre de 1159, Rolando fue elegido sucesor del Papa Adriano IV, y fue aceptado sin reservas por los reyes de Francia, Inglaterra, España, Sicilia y Portugal, sin embargo, una minoría de cardenales pro-germánicos eligieron al cardenal Ottaviano de Monticelli que fue conocido como el antipapa Víctor IV. Éste último, (como sus sucesores Pascual III (1164-1168) y Calixto III (1168-1178) obtuvo el apoyo del Emperador Barbarroja y de los estados controlados por éste.
En 1160 Víctor IV fue reconocido como Papa en el sínodo de Pavía. Alejandro III se vio obligado a exiliarse y huyó a Francia, permaneciendo en Sens hasta el 23 de noviembre de 1165 fecha en la que regresó a Roma pero, de inmediato, tuvo que volver a huir presionado por el Emperador que, llegado a Roma en 1166, se hizo coronar por el antipapa Pascual III.
A partir de 1167 Alejandro III se refugió, sucesivamente, en Gaeta, Benevento, Anagni y Venecia.
Volvió a Italia apoyado por la Liga Veronesa y, aprovechando las dificultades a las que tenía que hacer frente el emperador, organizó la Liga Lombarda que acrecentó su poder al unirse a la Liga Veronesa y combatir al Emperador que se hallaba enzarzado en una serie de campañas por el norte de Italia. En la batalla de Legnano, en 1176, Barbarroja fue derrotado y obligado a firmar la paz de Venecia, en 1177.
El Emperador tuvo que reconocer a Alejandro III como Papa legítimo y devolver a la Santa Sede los territorios ocupados; en consecuencia, el Papa levantó la excomunión que pesaba sobre él desde 1160. El 12 de marzo de 1178, Alejandro III regresó de nuevo a Roma.
En marzo de 1179, Alejandro III convoca el Concilio de Letrán III, concilio que fue reconocido por la Iglesia como el undécimo Concilio Ecuménico. Alejandro consiguió que fueran aceptadas algunas de sus proposiciones entre las que, para evitar los posibles cismas, se estableció que la elección del Papa fuera votada por la mayoría de los dos tercios de los cardenales.
Este sínodo inicia el apogeo del poder de Alejandro III que, además de obligar a Barbarroja a reconocerle como Papa, humilló a Enrique II de Inglaterra al tomar partido, en su enfrentamiento, por Tomás Becket, Arzobispo de Canterbury; confirmó el derecho de Alfonso I de Portugal a la corona y, en su exilio, gozó de la protección y el favor de Luis VII de Francia. No obstante, poco tiempo después de clausurarse el sínodo, la nobleza romana obligó a Alejandro III a dejar la ciudad a la que no volvería jamás.
El 29 de septiembre de 1179 algunos nobles intentaron subir al solio al antipapa Inocencio III como sucesor de Alejandro III, con lo cual la bicefalia de la Iglesia continuó. Utilizando juiciosamente el control de las finanzas, Alejandro III recobró el poder. En 1181 excomulgó a Guillermo I de Escocia y levantó la prohibición que pesaba sobre el reino de Escocia.
Alejandro III concedió y confirmó el privilegio del año jubilar de Santiago de Compostela de forma que, si el 25 de julio (fiesta del Apóstol Santiago) cae en domingo se podrán ganar en la Iglesia de Compostela las mismas indulgencias que se ganan en Roma los años jubilares, que allí suelen coincidir cada 25 años. Se trata de la bula de concesión más antigua que conserva la religión católica, la "Regis aeterni", fechada en 1179. En ella se confirma un privilegio anterior concedido por el Papa Calixto II (1118-1124).
Alejandro III llevó a cabo una serie de reformas en el interior de la Iglesia y fortaleció la autoridad pontificia. Canonizó a Tomás Becket (1173), Bernardo de Claraval (1173) y a Eduardo el Confesor (1161). Murió el 3 de agosto de 1181 en Civita Castellana.

CÓDICE CALIXTINO

Se revelan aquí algunos de los secretos del mejor y más extenso libro dedicado a Santiago y a su peregrinación. El Códice ha sido denominado a través de los tiempos de varios modos: Iacobus, no muy frecuente, Liber Sancti Iacobi, que alterna con el de Codex Sancti Iacobi, que es la que se ha impuesto últimamente, Codex Calixtinus, según costumbre de los eruditos modernos, Liber Calixtinus y Codex Compostelanus.
Todo según referencia del sabio compostelano M. C. Díaz y Díaz (denominado así con acierto por Méndez Ferrín, en reciente presentación de una conferencia sobre el Camino de Santiago) Es el libro una compilación de textos jacobeos, realizado bajo el papado de Calixto II (1119 – 1124), de quien toma el nombre, por atribuírsele algunos escritos en él. No poseemos  certeza, por otra parte, de dónde ni quién los compiló.

 

           Salida de Carlomagno hacia Santiago. Códice Calixtino

Pero sin duda alguna, se hizo en la mitad del siglo XII, con referencia expresa al culto de Santiago y los avatares de la peregrinación.
La obra está dividida en 5 libros, independientes en su temática, pero conectados a través de su intención jacobea. El Libro I contiene todo lo relacionado con el culto de Santiago en su Catedral.

Está compuesto de un Leccionario-Homiliario, de un Antifonario-Breviario, y de un Misal para las dos grandes solemnidades jacobeas del 30 de Diciembre y del 25 de Julio. El Libro II es el que refiere 22 milagros realizados por el santo con sus devotos, de los que alguno hemos referido en estas crónicas. El Libro III cuenta la Traslación del cuerpo del Apóstol Santiago, algunas celebraciones litúrgicas, y otros asuntos menores. El Libro IV relata la fantasiosa Historia de Turpín, a la que hemos hecho mención en nuestro artículo sobre Carlomagno, basado el relato en tradiciones carolinas antiguas y generador de otras modernas. El Libro V, el último, comprende la descripción de la ruta de peregrinación, el Camino Francés, con indicaciones topográficas y ambientales muy precisas; con una segunda parte dedicado a la ciudad de Santiago, pero sobre todo a la Catedral, que describe con mayor y menor fortuna de la realidad posterior.
El total del libro compilado es de gran importancia, en tanto en cuanto, proporciona gran información sobre los distintos aspectos que trata, dando la impresión de que la entonces reciente abolición del rito litúrgico hispánico por el romano trataba de establecerse fuertemente en Compostela, trata también de fortalecer el descubrimiento de la tumba del santo, da a conocer la universalidad de la peregrinación y sus costumbres, confirma la importancia del carácter áulico de la empresa con Carlomagno a la cabeza, afirma a Compostela como gran centro de milagros europeos, establece la fama del edifico como el mejor templo de la cristiandad, y otros muchos pormenores y consecuencias que por falta de espacio no podemos relatar.
Todo ello en el gran momento de la peregrinación, en la mitad del siglo XII, el más intenso y el del asentamiento definitivo del Camino de Santiago, que habrá de ser el punto álgido de la carrera del Arzobispo Gelmírez desde su toma de posesión en 1100 hasta la aproximada fecha de su muerte en torno a 1135; fechas límites para la instrumentalización del Códice. Es, en consecuencia, el libro en sí una magnífica joya de la literatura hodepórica, que a pesar de haber sido generado de forma independiente por libros separados y compilados después en una sola obra, tiene carácter de unidad porque potencia desde todos los elementos individuales de la obra la idea única del culto a Santiago y su Camino.
No deseamos nosotros para nuestros lectores introducirlos en un estudio pormenorizado del nombre o nombres del autor o autores de la obra, si fueron realizados los libros independientemente o como un corpus único, el origen y procedencia de concretas obras anteriores de algunos de ellos, de dónde se realizaron los libros y dónde se compiló, de la fecha de compilación, y de otras muchas circunstancias que todavía debate la crítica histórica.

EL PEREGRINO.-

Era una multitud ingente la que peregrinaba a Compostela, animada de espíritu piadoso, para cumplir una promesa o penitencia, e incluso en cumplimiento de una pena legal, impuesta por los Tribunales de Justicia.
Los peregrinos partían en pequeños grupos y llevaban consigo cierta documentación. Vestían a la manera en que estamos acostumbrados a ver las figuras de Santiago: sombrero de ala ancha, con la concha venera sujetando el ala, túnica y manto, calzado fuerte, bordón (bastón largo), calabaza para beber y zurrón (bolso)
 


EL PEREGRINO “ZAPATONES”

Muchos habrán escuchado hablar de él, pero nunca lo habrán visto. Otros lo habrán visto, o incluso puede que se hayan fotografiado con él, sin saber siguiera quén era “el tipo ese”. Puede que ni se lo hayan preguntado, aunque resulta difícil de creer que él mismo no se lo haya dicho.
“Zapatones” es el eterno peregrino de Santiago de Compostela, pues está siempre allí, dispuesto a recibir ayuda, charlar o fotografiarse con el visitante, turista o peregrino. Forma ya parte de la iconografía del casco antiguo de la ciudad, y de lo que representa Compostela para todo el mundo: historia, religiosidad, peregrinación, Edad Media…
Ataviado siempre con su sombrero, su bordón, su capa, sus conchas, sus sandalias, su barba blanca y poblada y su actitud sociable, es un peregrino de los de verdad. Que truene, llueva (cosa nada extraña en Santiago, la “pelela” de Galicia) o haga sol, nos lo podemos encontrar con cierta facilidad y pasmosa regularidad.
Lo más habitual es encontrarlo en la Plaza del Obradoiro. Cuenta orgulloso y a todo aquel que le dedica unos minutos, una fotografía, o un vino, que un día el rey Juan Carlos I le dijo: - Tienes la sala de estar más bonita de España…
Sin embargo, es también habitual encontrarlo en las inmediaciones de la Catedral, como la Plaza de la Inmaculada o Azabachería, Plaza de las Platerías o Plaza de la Quintana, sobre todo en Año Santo, ya que se abre la Puerta Santa de la Catedral. También es posible encontrarlo en los soportales del Pazo de Raxoi, en la Plaza del Obradoiro, enfrente de la Catedral, al abrigo de la lluvia o del sol. También es posible hallarlo por las calles más célebres del casco antiguo, como la Rúa Nova, la Rúa do Vilar y sobre todo la Rúa do Franco, ya que es muy conocida su afición a tomarse unos vinos o unas cervezas, y esta es la calle de los vinos por excelencia de la ciudad y punto de partida a la hora de “irse de vinos” por Santiago.
Así pues, si te lo encuentras, no pierdas la oportunidad de sacarte una foto con él y, sobre todo, conocerlo. Una foto, un poco de conversación, unas tazas de vino o unas cañas de cerveza, en compañía de este popular personaje. 



 
Así vestido, era recogido en los albergues u hospitales, donde se le brindaba alojamiento, comida y asistencia.


Al llegar a la ciudad de Compostela y después de comulgar, el peregrino recibía la “Compostela”, documento acreditativo de haber cubierto a pie o a caballo el Camino de Santiago. “La Compostela” es la Certificación Oficial que concede la Catedral a todas las personas que peregrinan por motivos religiosos (sea o no Año Santo) También se exige recorrer 100 kilómetros a pie o a caballo, o 200 kilómetros en bicicleta, y acreditarlo con la CREDENCIAL DEL PEREGRINO.